Siempre ha sido atractiva la idea de que nos encontramos construidos por el otro. Nos miramos en los espejos de los otros significativos, nos reflejamos en la mirada de los seres queridos y así aprendemos a ser como somos y adquirimos gustos y mañas en un caleidoscopio individual. La tradición del retrato se ha perdido y, para reponerla, como es una tradición sabrosa y digna puesto que un retrato pintado puede colgarse en la sala y heredarse a los hijos, hemos organizado ESPEJOS.
AM, qué bueno verte después de tantos años.
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